INTERVENCIÓN DE UXUE BARKOS EN EL DEBATE DE POLÍTICA GENERAL DEL ESTADO
(13/Mayo/2009)
   
 


Gracias presidente, señorías: Señor presidente del Gobierno.

Hace ahora un año, durante el debate de investidura nos presentaba las claves de su proyecto para encarar la legislatura.

De todo aquello, hoy solo queda una cosa: la ausencia absoluta de apuesta por hacerlo en torno a una mayoría parlamentaria sólida.

Lo demás, simplemente hoy ya no vale.

Señor presidente del Gobierno: 

Yo no voy a proponerle lo que otros le han propuesto en esta tribuna, no voy a proponerle un cambalache en política -y desde luego, ampararse en la crisis para llegar a acuerdos de alternancia bipartidista, es cambalache-. No le voy a proponer esto, pero sí le voy a decir qué “suena” a cambalache en su proyecto:

Pactar déficit público con el ala izquierda de la cámara, pero pactar el plan de saneamiento de las cajas con el PP, lo es.

Pactar gasto público en políticas sociales con unos, pero rebajas fiscales con otros, lo es.

Y esto me preocuparía poco, si no fuera porque este tipo de actitudes son el eje fundamental de un descrédito de la acción política que está lanzando señales de alarma preocupantes.

No lo digo yo, lo dice la última encuesta del CIS. Y ser ajenos a la crítica generalizada a través de encuestas y opiniones vertidas en medios de comunicación significa vivir en una burbuja de intereses particulares y partidarios y dar la espalda a los problemas reales que preocupan en la calle.

Nuestro discurso en este debate no es creíble, somos vistos como una casta que solo se preocupa por lanzar mensajes en busca del voto. Ni siquiera el pacto, cuando se produce, es creíble; porque el ciudadano cree que se ejerce por cubrirse las espaldas unos a otros.

Y si este descrédito general sería grave en cualquier circunstancia, lo es en grado extremo en la actual crisis económica porque en esta gravísima coyuntura es cuando la política debería ocupar el espacio de protagonismo que le corresponde para liderar la salida a la misma.

Vamos por detrás, no nos creen y, por supuesto, no generamos confianza.

Fracasamos rotundamente, no convencemos, no ilusionamos; no generamos pasión alguna salvo, en el mejor de los casos, la incomprensión de lo que hacemos y en la mayoría de los ciudadanos la indiferencia de lo que propugnamos.

Y se preguntan dónde están las soluciones, dónde está la respuesta a sus verdaderos problemas.

Todos somos responsables de esta situación: Los 350 diputados de esta cámara; pero como es lógico, la responsabilidad es directamente proporcional al número de representantes de cada uno de los grupos.

El liderazgo político en esta cámara le corresponde al grupo mayoritario y la dirección para la resolución de los problemas, al Gobierno formado en torno a él.

Señor presidente del Gobierno: Usted y su grupo parlamentario navegan cada semana a la deriva del viento que más favorable le sea, tratando muchas veces en vano de sacar adelante sus iniciativas, sin importarle de dónde le vengan los apoyos o a cambio de qué se produzcan.

Sinceramente cree usted, sr. Pte., que esa manera de hacer política puede convencer a la ciudadanía?

¿Cómo puede entenderse una política que un día se apoya en los votos de un grupo, al día siguiente en los de otro… Y si el de ninguno le es favorable, entonces se suma a las propuestas de la oposición con tal de no perder votaciones?

¿Cómo puede explicar que los miembros de su grupo, semana tras semana, pidan el favor de los grupos minoritarios como mejor argumento ante una votación?

Esta cámara, por falta de proyecto político del grupo mayoritario, adolece de coherencia política. Es una cámara incapaz de legislar coherentemente ante la situación que tenemos.

Los problemas siempre van por delante y nos desbordan.

Ni ustedes, ni el principal grupo de la oposición -que representan más del 80 por ciento de esta cámara- quisieron reconocer la situación económica ante unas elecciones generales en las que cada cual ofreció recetas para el pleno empleo, y todo basado en la perpetuación de un sistema productivo que hoy se sabe agotado.

Seis meses después, esta cámara tuvo que acudir al rescate del sistema financiero, sin encontrar fórmulas adecuadas, para que la financiación llegara a pequeñas y medianas empresas, a autónomos y a las familias.

Seis meses después, ya sólo hablamos de cómo alargar el subsidio de las personas desempleadas.

Esta es la viva imagen del fracaso, presidente.

VAMOS SEIS MESES POR DETRÁS DE LA REALIDAD, y por lo tanto vamos mínimo un año por detrás de las soluciones.

La suya, y por corresponsabilidad, la de todos nosotros es una acción política y legislativa caducada. Inútil para la sociedad.

El Partido Popular le ha pedido en este debate que rectifique su política económica.

Yo no voy a hacerlo: Primero, porque NAFARROA BAI no coincide con los planteamientos de política económica del Partido Popular, y segundo porque espero y deseo que usted y el grupo socialista tengan sus propios planteamientos de política económica.

Pero sí le pido, en nombre de NAFARROA BAI una rectificación. Desde la humildad de este escaño; pero desde la dignidad de los votos que represento, le pido que rectifique su forma de hacer política; que abandone el cambalache y busque la coherencia de un proyecto de izquierda ilusionante y basado en la riqueza de la diversidad plurinacional.

Que verdaderamente busque desde posiciones solidarias y de progreso una salida social a la crisis, que vaya más allá de reconocimiento de derechos o del discurso del subsidio. La izquierda le demanda políticas activas para salir de la crisis, le demanda que lidere un discurso común de progreso y que permita en él que se expresen los distintos idiomas con los que las fuerzas de progreso queramos expresarnos.

Sr. Rodríguez Zapatero, créame que no me agrada decirle que está usted solo en esta cámara: Una soledad buscada, y no es la primera vez que le repito que fue usted quien quiso ser investido en segunda vuelta y sin más apoyo parlamentario que el de su grupo.

Reconozca que necesita ahora más que nunca el apoyo de las voces que desde la izquierda quieren hacer frente a la crisis y afronte con la valentía que en otros momentos ha demostrado su capacidad para integrar en ese proyecto a fuerzas plurinacionales sin importarle el coste electoral cortoplacista.

PONGA LA POLÍTICA EN EL CENTRO DE SU ACCION si quiere solucionar los problemas económicos.

Y en ese camino, una vez más, contará sin cheques en blanco pero con lealtad, con la colaboración sincera de NAFARROA BAI.